Sarare Toledano, Norte de Santander. La Asociación de Cacaoteros del Sarare Toledano, conformada por 75 miembros, avanza en un proyecto que promete elevar la calidad del cacao producido en la región y fortalecer su posición en los mercados nacionales e internacionales. Con el respaldo de iniciativas estatales y organizaciones sin ánimo de lucro, los cacaoteros buscan optimizar sus procesos de cosecha y postcosecha para aprovechar las condiciones favorables del suelo y el clima.
A pesar de la alta calidad y características excepcionales del cacao producido en la zona, como su tamaño, suavidad, aroma y sabor, las prácticas inadecuadas en la fermentación y el secado han limitado su potencial. Para superar este desafío, la Asociación ha lanzado el proyecto «Cacao fino de aroma con sabor al Sarare Toledano,» con el objetivo de estandarizar procesos cruciales como la selección, fermentación, secado y almacenamiento, e implementar Buenas Prácticas Agrícolas.
Este proyecto no solo mejorará la calidad del cacao, sino que también generará beneficios significativos para la comunidad, incluyendo la protección del medio ambiente, la gestión eficiente de las fincas y el acceso a nuevos mercados que exigen estándares internacionales.
La empresa «Somos Cacao,» con sede en Norte de Santander, ha manifestado su interés en comprar la producción de la asociación a un precio superior al mercado, siempre que cumpla con los requisitos de cacao fino de aroma. Además, la empresa planea lanzar tres nuevos productos derivados del cacao del Sarare Toledano, contribuyendo a posicionar la denominación de origen de la región en el mercado.
Este proyecto se alinea con la estrategia departamental de fortalecer la producción cacaotera, iniciada en 2020 con la creación del clúster de cacao. Con un potencial de 360.000 hectáreas de vocación cacaotera, Norte de Santander apenas ha aprovechado el 3.34% de su capacidad, con una producción por debajo de la media nacional. El fortalecimiento del sector de postcosecha y transformación del cacao es clave para impulsar el desarrollo económico y social de la región, generando empleo, diversificando productos y promoviendo prácticas sostenibles que beneficiarán a agricultores y comunidades locales.