El número de oro y la flor del cacao: cuando la naturaleza inspira el diseño

El número de oro y la flor del cacao: cuando la naturaleza inspira el diseño

La flor del cacao, la sucesión de Fibonacci y el número de oro

Las ciencias, y entre ellas las matemáticas, encontraron sus fuentes en los hallazgos naturales. Desde tiempos antiguos, científicos e investigadores acudieron a la observación de la naturaleza para intentar explicar patrones y prodigios.

Un elemento tan pequeño, sencillo y hermoso como la flor del cacao nos hace conscientes de la perfección de la naturaleza, que en líneas discretas nos muestra un apasionante diseño: un modelo que se corresponde con uno de los conceptos matemáticos más fascinantes, la sucesión de Fibonacci.

La belleza matemática detrás de la flor

Leonardo de Pisa (Fibonacci) descubrió en el siglo XIII una secuencia numérica iniciada en 0 y 1, donde cada número es la suma de los dos anteriores (1, 1, 2, 3, 5…). Al dividir dos elementos consecutivos de esta serie, el resultado se aproxima a la proporción áurea o número de oro: 1.6180339.

Esta proporción aparece en innumerables formas naturales y artísticas: en la disposición de pétalos, en las galaxias, en los caracoles… y también, por supuesto, en la flor del cacao.

El pentágono perfecto y la flor del cacao

La flor del cacao tiene una simetría pentámera, es decir, cinco pétalos que parten radialmente desde el centro, recordando una estrella de mar. Su estructura geométrica básica es el pentágono, figura asociada a la proporción áurea y símbolo de armonía desde tiempos pitagóricos.

El pentáculo o estrella pitagórica de cinco puntas era símbolo de conocimiento para los antiguos griegos. En palabras de la escuela pitagórica: “investigar el principio del orden manifestado en el universo para intentar asemejarnos a él”.

Somos Cacao: del origen natural al conocimiento

En Somos Cacao creemos que la unión entre naturaleza y conocimiento es la base de nuestra identidad. Por eso, nuestra nueva imagen se inspira en la flor de cinco pétalos del cacao, símbolo ancestral de armonía, belleza y ciencia.

Este diseño no solo representa la esencia del cacao, sino que también conecta con nuestra misión: llevar al mundo un chocolate que respeta su origen, su historia y su ciencia.