"El cacao y yo": la historia que dio origen a Somos Cacao

"El cacao y yo": la historia que dio origen a Somos Cacao

"El cacao y yo" — por Érica Belén Sánchez Ríos

CEO y fundadora de Somos Cacao

Estas son palabras escritas por Érica Belén Sánchez Ríos, la mente y corazón detrás de Somos Cacao. Un testimonio que narra la inspiración, los retos y el alma de este proyecto.

Siempre me ha movido la aventura del conocimiento, del sentir, de la emoción que me causa el hacer y generar ideas que se vuelven proyectos estructurados, con la generación de empleo, posibilidades y un sentido que envuelva a todos los protagonistas, transmitiendo estas sensaciones a todos los que lo conozcan o lo vivan.

He desarrollado varios proyectos desde muy joven. Nunca he sido fácil de entender por mi hacer acelerado, mis emociones, perseverancia, enfoque casi obsesivo y la constante generación de ideas que, aunque a veces parecían locas, terminaban siendo viables. Muchas de esas ideas incluso fueron tomadas y desarrolladas por otros, lo cual no me molesta: demuestra que sí se puede lograr.

Así nació Somos Cacao: de una observación constante, de preguntas profundas como “¿por qué?” y “¿para qué?”, de una emoción intensa al conocer por primera vez un árbol de cacao hace más de 15 años. En ese momento era madre, esposa, ingeniera y soñadora. El cacao se convirtió en una chispa que luego mi hijo mayor retomó en un proyecto escolar a los 9 años. Concluyó que el mundo necesitaba más cacao... y que hacer chocolate era fantástico. Ese trabajo escolar se olvidó, pero la vida —como suele hacer— me siguió enviando señales.

La finca El Porvenir: el inicio de todo

En medio de una construcción, mi maestro de obra me pidió permiso para ir a vender una finca heredada. Decidí acompañarlo y lo que encontré fue una tierra mágica. Le propuse que en lugar de venderla, se convirtiera en mi socio. Esa finca era especial. Así comenzó una nueva aventura, con mi maestro Luis como aliado, y mi obsesión por aprender me llevó a Venezuela, donde durante tres años estudié cacao y su transformación en chocolate fino de aroma.

Un proyecto que se transforma y crece

Por la finca han pasado poetas, cineastas, emprendedores, investigadores y amigos. Logramos realizar análisis de ADN de nuestros cultivos. Más allá de la finca, el proyecto se expandió hacia la chocolatería artesanal, involucrando a mi familia en cada etapa del proceso.

Desde Cúcuta, también hemos trabajado por integrar saberes venezolanos con el potencial colombiano. Gracias a alianzas con expertos y catadores internacionales, hemos participado en ruedas de negocios en Europa y Asia.

Apoyar el campo con sentido

Mi compromiso con el cacao es también un compromiso con el proceso de paz, con la equidad y con la confianza. En la finca, junto a nuestros vecinos cacaocultores, seguimos aprendiendo, compartiendo y construyendo. Porque este proyecto tiene espacio para muchos. Como Lucy, hija del primer sembrador de la finca El Porvenir, que hoy trabaja con nosotros con una pasión renovada.

Chocolate con identidad y pertenencia

Hoy producimos chocolates que no le envidian nada a los europeos. Chocolates con marca país, certificado de origen, trazabilidad, historia y amor. Queremos conectar con chocolatiers, reposteros, chefs y amantes del chocolate desde el nacimiento mismo del árbol de cacao hasta el producto final.

Que siga la aventura. Hoy más que nunca, ¡apoyemos lo nuestro!